Las energías renovables permiten el desarrollo de sistemas descentralizados a partir de paneles fotovoltaicos en las cubiertas de las edificaciones; el uso de residuos orgánicos permite, mediante el uso de biodigestores, generar gas y energía para edificios y áreas comunales.
Las edificaciones correctamente orientadas, permiten garantizar el confort térmico y lumínico de sus ocupantes (diseño pasivo) lo que se refleja en menores consumos energéticos.
El tamaño de las manzanas urbanas, su orientación y relación con el sistema de espacios públicos, son la base para lograr proyectos urbanos y edificios sostenibles.
El objetivo de lograr ”residuos cero” es ético, económico y necesario para impactar el estilo de vida de las personas, emulando el ciclo natural donde los residuos se convierten en recursos para otros usos. Para lograr este objetivo se debe incrementar la capacidad para separar y manejar los residuos a nivel urbano y en las edificaciones.
El diseño de centros de manejo y recuperación de residuos y el flujo de residuos a nivel urbano, incrementa el funcionamiento del tráfico, andenes y edificios, con alto impacto en la ciudad y residentes. Estos centros de manejo y recuperación de residuos combinados con biodigestores, permiten generar gas y energía que soporten la demanda de edificaciones.
